viernes, 13 de julio de 2012

Mi modelo de enseñanza Cristiana

 Introducción

El ministerio de Maestro fue constituido por Jesucristo con la finalidad de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo (Efesios 4:11-12).

Capacitar, perfeccionar, corregir es fundamental para el desarrollo del cristiano, teniendo en cuenta que esa formación deberá permanecer en el tiempo.

Objetivo

El presente ensayo desea dar a conocer que la información recibida en el aula toma mayor relevancia cuando es asimilada con la experiencia personal  y la relación con el contexto o medio, de esta forma el docente y el educando va sintiendo una transformación constante.

1.- La información como fuente de conocimiento

La palabra automatización, es la unión de dos frases “Información y automática”. Dentro de la informática, la automatización tiene que ver mucho con la asimilación de la información a procesos computarizados. La información computarizada no cumpliría su objetivo si no lleva consigo una práctica, un diseño, una acción, de esta forma, la adquisición de conocimiento se hace realidad al aplicarlos en una máquina, en un proceso, en otras palabras, la enseñanza se hace vida.

He participado de muchas capacitaciones computacionales, a profesores, profesionales, obreros, y más de algunos he topado en la calle en donde me han compartido sus experiencias. Algunos de ellos recuerdan con agrado el pasar por el centro capacitador, sin embargo del conocimiento adquirido ha quedado poco o nada, simplemente por que no han tenido la posibilidad de practicar y lastimosamente han dicho: “cuando encuentre trabajo tomaré nuevamente los cuadernos y practicaré”. 

Esta realidad, en donde está involucrados varios agentes: conocimiento, enseñanza y práctica, es el reflejo de la información. La información es nada cuando no se es capaz de asimilar con algún hecho coherente o con alguna experiencia.

2.- Método de enseñanza

Uno de los métodos importante de enseñanza que puede ser de mucha utilidad es el enfoque “Ecológico” [1]. Método que tiene una interrelación con el medio, con el contexto, en donde los alumnos y profesores son los mayores exponentes del saber. No es simplemente una entrega de conocimiento, sino que este conocimiento, esa información esta relacionada con la experiencia diaria de los docentes y educando. 

Para mantener una información que se trasforme en un conocimiento vivo debe haber una relación con mis experiencias vividas, es la mejor manera de poder mantener la imagen viva de la enseñanza que nos puede conducir a un cambio de actitud, a una transformación constante.

3.- Jesús como Maestro

Una de las características de la forma de enseñar de Jesús era muy distinta a los rabinos de su tiempo, que se dedicaban simplemente a la interpretación de la Ley, aunque muchos de ellos daban su opinión siempre se reservaban aquellas que iban más allá de ella. Jesús no pretende discutir con sus discípulos algunos conceptos de la ley, sino que le da vida a ésta por medio de la experiencia cotidiana ante todos sus oyentes: “Alzando los ojos dijo: mirad los campos que están listos para la siega” (Juan 4:35); “Tomando a u niño lo puso en medio diciendo…” (Marcos 9:35); “Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” (Marcos 10:23-28); “Mostradme un denario ¿de quién lleva la imagen y la inscripción”. Ellos dijeron: Del César. El les dijo: Pues bien, lo del César devolvedlo al César, y lo de Dios a Dios” (Lucas 20:24-25).

La enseñanza de Jesús estaba muy relacionada con el medio, en donde todos podían entender sus palabras, porque todos habían tenido una experiencia en su contexto.  Los judíos venían con una historia sobre sus hombros, los maestros y rabinos tenía la suya, por lo tanto las palabras se hacía vida en los labios de Jesús porque eran vivencias de forma cotidiana, de ahí el dicho: “Enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas…” (Marcos 1:22)

4.- La enseñanza dentro del aula Cristiana

La enseñanza dentro del aula cristiana, debe ser una constante vivencia, en donde cada uno tiene una situación en particular que lo hace asimilar la enseñanza de una forma acelerada, lo hace pensar, analizar y comienza el proceso de transformación.

El maestro debe tener la capacidad de interactuar con el alumno para mantener una constante participación, crecimiento y desarrollo del alumno.

El tipo de modelo ecológico puede producir un cambio conductual si se deja llevar la clase por la entrega de conocimiento asimilado a las experiencias individuales, en donde todos puedan entregar una opinión y hacer de la vida del aula una constante transformación.

Una de las curiosidades de las enseñanzas de Jesús como Maestro, es que el Marcos 3:14, Jesús llama a sus discípulos para que estén con él.  La enseñanza de Jesús es práctica, espontánea. Jesús sabe que al tenerlos más cerca, ellos aprenderán. Jesús sabe que al escuchar sus inquietudes el les responderá con un acontecimiento cotidiano que lo harás recapacitar y cambiar. Lo mismo sucede en el Sermón de las Bienaventuranzas, Jesús llama a sus discípulos y les enseña a ellos: "Viniendo a él sus discípulos les enseñaba diciendo..." (Mateo 5:1-2).

Jesús les pide que vengan a él todos los cansados y él los hará descansar y les explicará las razones por las cuales se produce su cansancio y es ahí donde se produce la transformación.

Conclusión

La enseñanza dentro del aula del cristiano debe ser interactuada, en donde el docente como el alumno aprenda de sí, sin perder la dirección de la enseñanza ni mucho menos apartándose del currículo correspondiente para determinados niveles.

La enseñanza preparada y espontánea produce un cambio, hace que lleguen a sus casas comentando como les fue.

El nombre Demetrio en nuestro contexto produce una leve sonrisa, es un nombre extraño. Son pocos los padres que pondrían como nombre a sus hijos en nuestro contexto. Les explicaba a mis alumnos de Introducción a la Biblia que Demetrio de Faleron Bibliotecario de la más grande biblioteca de Alejandría Egipto (279 a.C), aconsejó a Ptolomeo I  la traducción de la Biblia Hebrea a griega.  Les enseñaba de este varón y le agregué ese toque humorístico al nombre. Al día siguiente, una madre de aquellos alumnos que presenciaron mi clase se acercó y me dijo: “Demetrio (sonriendo)  el gran bibliotecario de Alejandría”. Me causó alegría, porque su hijo llegó comentando mi clase, el nombre del personaje y su historia.

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[1] Desarrollo desde finales de los años setenta (DOYLE, 1977, 1981, 1990; TIKUNOFF, 1979; BRONFENRENNER, 1979, PEREZ GOMEZ 1983b)

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